Por: Adrian García.
Cada segundo que pasa, me veo fuera de casa; en unos años estaré
volando para la NASA.
Tengo ganas de perderme dentro de una galaxia y no perderme
en un vicio y que todo termine en desgracia.
Ajusto mi reloj para no llegar tan tarde, por que eso hace
enojar mucho a mi padre y madre. Parece que tienen un reloj mental porque hoy
en día yo ni siquiera escucho el de la catedral.
De cierto modo, estos parecen de hace un siglo, suena como a
la santa inquisición asesinando con sigilo. Pónganse todos atentos que ellos
avisan el toque de queda, quien se queda afuera se convierte en calavera.
¡Se acaba el tiempo y tu sigues leyendo esto, ¿por qué no
haces algo mejor? ¡Dame el tiro de gracia, me harías un gran favor!
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