Por: Adrian García.
Para mi entender, todos debemos
de tener claro el concepto de identidad,
que no es si no todo aquello que se nos ha adherido a nuestra persona desde
nuestra llegada a la vida.
Desde mi punto de vista, debemos
de tener muy claro el concepto de identidad ya que es importante y primordial
para la comprensión de la lectura ya que no habla si no del comportamiento de
él “mexicano” en su zona de confort, nuestro país, y fuera de este.
El primer texto es a mi parecer
el mas ejemplificado, ya que describe perfectamente a los PACHUCOS, un grupo de jóvenes (bandas), que generalmente son de
origen mexicano y que residen en ciertas ciudades del sur de Estados Unidos y
de México, de donde son originalmente y que comenzaron a surgir aquí.
Estos jóvenes tienen una manera
de ser muy propia, cuentan con características que los distinguen de otros
grupos sociales; tales como su vestimenta, forma de hablar y de vestir, y la
más importante: el carácter con el que se comportan.
Me he dado cuenta de que el “mexicano”
se distingue muy fácilmente por sus características físicas, y es que los
pachucos exhiben claramente el comportamiento de la sociedad mexicana actual.
Los pachucos son rebeldes, rompen las reglas y tienden a ser violentos; han
impuesto una moda y se han hecho de su propia música y vestimenta, características
que los distinguen del resto como cualquier otro país o sociedad.
Los norteamericanos los ven como seres
peligrosos, y es que es cierto, creo yo, los norteamericanos crecen con una
distinta forma de ver y de vivir la vida, el sistema bajo el que viven los
hacen ser personas rectas y con principios. Su comportamiento es distinto y no
saben si adherirlos o no a su sociedad. Es ahí que el PACHUCO no encuentra un sitio en esa sociedad y se vuelve rebelde,
su único lugar seguro, en el que se sienten bien y creen poder hacer todo lo
que quieran es su país de origen; sabiendo que sea donde sea es malo y su mal
comportamiento los han hecho acreedores de sobrenombres de mal augurio.
Mi pregunta es, ¿deberían de
cambiar para sentirse bien en ambas sociedades? Octavio cierra el capítulo con
una línea que me gusto mucho y tiene mucha razón:
“En cada hombre late la posibilidad de ser o,
más exactamente, de volver a ser, otro hombre”.
(Octavio Paz, 2016, Pág.: 31)
Entendí en el segundo capítulo,
que el “mexicano” es una persona que no hace otra cosa sino aparentar vidas
distintas según la ocasión en la que se encuentre.
Es importante entender que es difícil
que un hombre, sea cual sea su origen (mexicano, europeo, africano, etc.), sea
abiertamente compartido a expresar sus emociones o sentimientos, siendo
mexicano el hombre; esto es mayor ya que creen que confidencia deshonra, sus
más íntimos secretos o actitudes al ser expuestos significarían un golpe al
orgullo.
Es aquí donde el orgullo toma
tanta fuerza como nunca, lo he visto yo, el gran mexicano no debe de llorar, no
debe de hacer otra cosa que no sea trabajar y embriagarse.
Me he dado cuenta de que hasta
ahora, hay ideas de este tipo. Y eso que el libro es de hace 68 años.
En este capitulo surge la palabra
de él “Macho”, que significa principalmente
lo que anteriormente se dijo; un hombre que no hace otra cosa sino comportarse
como todo un patán que esta exento de llorar, de sufrir, de ser sentimental y
lo único que podía hacer era trabajar y embriagarse.
A partir de todas estas actitudes
el macho tiene que hacer notar su jerarquía por encima de todos, como cabeza de
familia, y el papel que juega como hombre. Obviamente tendrá que haber una
secuencia de poder y el siguiente en ocupar el puesto consecuente a este es de
la mujer (la esposa).
Una mujer que tiene que acatar
ordenes del líder, del hombre, del macho. Si no tienes mujer, no puedes ser
macho. Octavio deja ver muy claro esto que explicaba con la siguiente parte del
texto:
“La mujer es una fiera doméstica,
lujuriosa y pecadora de nacimiento; a quien hay que someter con el palo y
conducir con el “freno de la religión.”
(Octavio Paz, 2016, Pág.: 40)
Todo este alboroto surge a partir
de la creación de los “MACHOS” es
disfrazado con “amor”. Un amor fingido para pocos o muchos, que confunden el
amor con cierto tipo de violencia que perdura en estos días.
Esta parte del texto fue mi
favorita, entendí algo que usualmente utilizamos o mencionamos al usar un lenguaje
vulgar o explicito cuando nosotros los mexicanos nos molestamos o queremos
insultar a algo o alguien que nos ha hecho enfadar.
Esta palabra, como muchas; tiene
su origen hace mas de 200 años. Si bien es cierto que cada país tiene su propia
lengua y palabras que tienen su origen en culturas originarias de cada uno,
nuestro país es rico en ese sentido ya que hasta ahora se ocupan algunas de
ellas aun que no siempre sepamos su significado incierto.
“La chingada es la madre que ha
sufrido, metafórica o realmente, la acción corrosiva e infamante implícita en
el verbo que le da nombre.”
(Octavio Paz, 2016, Pág.: 83)
Chingada es una de esas palabras que transmiten cierto tipo de
emociones, depende de la situación, un ejemplo claro es que el mexicano se
llena de orgullo al decir: “¡VIVA MEXICO CHINGADA MADRE!”, típico de alguna celebración
como el 15 de septiembre o la batalla de Puebla.
¿Pero realmente sabemos el
significado de este?
Su origen etimológico varia, ya
que en otros países la ocupan deshaciéndola silábicamente.
Tiene significados propios en
cada país, pero en México hace referencia a ala mujer que ha sido violada, abusada
tras la llegada de los españoles a México; por los españoles.
Conclusión:
Ser
un “hijo de la chingada” es ser un hijo bastardo, insulto que debería de herir el
orgullo de cualquier macho mexicano.
El laberinto de la soledad.
Fondo de Cultura Económica
Octavio Paz, Decimotercera reimpresión,
2016, 350 pág.